jueves, 16 de diciembre de 2010

EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS



Gloria Conde/ El 26 de septiembre 2008 se estrenaba en España El niño con el pijama de rayas, una película dirigida por Mark Herman y basada en la novela del escritor inglés John Boyne, "The Boy in the Striped Pyjamas".
La película, producida por Miramax Films, aborda el tema del Holocausto judío durante la II Guerra Mundial.

Entre su elenco de actores destacan Asa Butterfield (Bruno), David Thewlis y Vera Farmiga (padres de Bruno), Amber Beattie (Gretel), Richard Jonson y Sheila Hancock (abuelos de Bruno) y Jack Scanlon (Shmuel).

La película se remonta al año 1942 en la ciudad de Berlín. Bruno, un niño de nueve años, es ajeno a todas las atrocidades y crueldades que su país está ejerciendo en Europa. Su padre, comandante de un campo de concentración, asciende en su trabajo y se trasladan a vivir a una casa de una zona aislada donde no tiene niños con quien jugar.

Sin embargo, todo cambiará cuando Bruno descubre dentro de ese inmenso campo un alambrada tras la cual había personas con un uniforme similar a un pijama de rayas. Es así como conoce a Shmuel, un niño judío con el que mantendrá una amistad secreta y cuyas consecuencias serán demoledoras.

El niño con el pijama de rayas es, sin duda alguna, una película conmovedora porque ofrece la visión del horror, la crueldad y la injusticia del Holocausto a través de los ojos de dos inocente niños, capaces de tocar la fibra de la sensibilidad a cualquiera.

Es precisamente el final de la película, el que contiene una imagen que se queda grabada en la retina para el recuerdo; los dos niños con el pijama de rayas y otro grupo de judíos más metidos en una cámara de gas, creyendo que se encontraban en un refugio para protegerse de la lluvia y no podían imaginar en ese momento lo que les iba a suceder minutos después.

Creo que cualquiera que haya visto esta película se ha preguntado al terminar de verla, cómo a lo largo de la historia se han cometido atrocidades de esta magnitud, asesinatos de este calibre, cómo pudo haber personas que realizaran estas masacres.
Aunque no se tiene un cifra exacta, se calcula que durante el Holocausto o Solución Final (terminología del Estado nazi) murieron más de seis millones de judíos. Además gitanos, soviéticos, eslavos, comunistas, discapacitados y homosexuales, entre otros, también perdieron la vida.

Gas venenoso, horcas, balas, hambre...fueron algunas de las despiadadas muertes que sufrieron muchas de las víctimas. Y todo por una aberrante ideología que consideraba que los judíos eran el origen de todos los males y establecía la supremacía, por encima de todas las cosas, de la raza aria.

Al menos, después de repasar capítulos de la historia como éste, pienso que en algo sí que hemos avanzado.

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