domingo, 12 de diciembre de 2010

CIUDAD DE DIOS

Ciudad de Dios, dirigida por Fernando Meirelles junto con Katia Lund, es una película que relata el surgimiento y la consolidación del crimen organizado y el narcotráfico en Cidade de Deus, un suburbio violento de Río de Janeiro. La película está basada en una novela de Paulo Lins, basada en sucesos reales, que repasa la evolución de la delincuencia en esta favela a lo largo de tres décadas, desde los años 60 hasta los 80.

Una historia de rencores y envidias, de frustración y deseo, de enfrentamiento y violencia, de dolor y muerte, en definitiva, de desgraciada realidad. A lo largo de la película aparecen distintas tribus urbanas, de distintos comportamientos que acaban cayendo en la corrupción y que tienen en común las drogas como eje fundamental de su vida, ya sea como medio de supervivencia o como costumbre adictiva.

El film cuenta una historia cruda, terrible y de un horror tan diario y terrenal, como al mismo tiempo increíble y lejano para la mayor parte de los espectadores. Una serie de niños y jóvenes sesgan vidas y luchan por sobrevivir en medio una “ciudad sin ley”, en un mundo rodeado de muerte, donde la droga y las armas son las que mandan. Sin escapatoria, sin esperanza, el protagonista, Buscapé (un adolescente poco dispuesto a la violencia, al que le apasiona la fotografía) habrá de sobrevivir al desarrollo de ese mundo durante treinta años, a los amigos y enemigos que desaparecen y a los que permanecen. Buscapé termina retratando, como fotógrafo, esa misma realidad que le rodea.

En la película se aprecia una impunidad criminal desoladora, en un país que se cruza de brazos ante un imperio delictivo. Las buenas intenciones acaban fracasando por un nulo apoyo de la policía. La oposición que surge al narcotráfico acaba siendo consciente de su ineficacia. Una espantosa realidad en un mundo en el que los “héroes” son unos niños, asesinos, maestros de la delincuencia.

La película se estructura en tres partes: años 60, años 70 y años 80. Cada parte tiene su propio argumento y focaliza su atención en un personaje según su relevancia en ese determinado momento. Además, cada parte tiene su propio tratamiento estético, en el que intran en juego tanto la fotografía y la iluminación, como el montaje y la dirección, acompañados por ritmos musicales.

El carácter autóctono y el componente social e histórico de Ciudad de Dios muestran al espectador una dura y horrible realidad de las favelas brasileñas que a veces es desconocida por la sociedad. No sólo las circunstancias concretas que propician esta criminalidad le dan ese “toque” realista, sino que también el papel del reparto es determinante para ceñirse con acierto a su contexto. Los intérpretes son, en su mayoría, actores no profesionales, seleccionados para la ocasión, en su mayoría niños y adolescentes extraídos de distintas favelas brasileñas y, por tanto, conocedores de primera mano de la situación que recoge la película. Todo esto, permite apreciar la autenticidad en sus actuaciones y en muchos momentos, sobre todo entre los más pequeños, da la sensación de que no distinguen por completo cuándo están "jugando…” ante la cámara o cuándo están siendo ellos mismos como en su vida cotidiana, al margen del rodaje.

Es una película que nos muestra la “otra cara” de Río de Janeiro: un terrible “infierno” de drogas, violencia y crímenes organizados; frente al “paraíso” que tenemos en mente (por lo que nos ofrecen normalmente los medios de comunicación) de playas paradisiacas, samba, alegría… No sólo nos enseña una realidad desconocida, sino que también nos muestra otra forma de hacer cine, además, sudamericano, que es prácticamente desconocido, eso por no decir lo infravalorado que está.


2 comentarios:

  1. ES TRISTE PERO CIERTO, HE DE DAR LA RAZÓN A FATIMA E.F. POR SU COMENTARIO, POR CIERTO MUY MUY BUENO A MI PARECER.
    NO ENTIENDO COMO EN LUGARES DONDE EL PODER DEL €-$ ,ES LO UNICO QUE CUENTA, EL RICO SE HACE MAS RICO Y EL POBRE SE MUERE ENTRE LA MIERDA, LA VIOLENCIA, LA DROGA Y EL DOLOR DE VIVIR EN LAS FAVELAS, DONDE EL SER HUMANO ES LO MENOS VALE.
    LO TRISTE DE ESTO ES: LOS SABIOS, LOS PODEROSOS, LOS AMOS. A TODOS ESOSSS NO LES IMPORTA LO QUE ESTÁ PASANDO.
    ¿SERÁ POR LO QUE LES DEJA EN SUS BOLSILLOS?.
    GRACIAS FATIMA E.F.

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