La película en cuestión se llama "EL ODIO (LA HAINE, en francés)" y empieza con la noticia de unos disturbios en el suburbio parisino de Muguet y una víctima que se encuentra entre la vida y la muerte, mientras sus tres amigos se debaten entre el bien y el mal continuamente. Resulta curiosa la procedencia de sus protagonistas: un árabe, un judío y un negro, que tienen un extraño sentido de la amistad, pero que en los malos momentos siempre se muestran unidos. La muerte, las drogas, el paro, las armas, la violencia en general, son temas constantes durante los 93 minutos que dura la historia. En la que también subyace una crítica de la policía, mostrando la gran diferencia en su trato con los habitantes de París y los del barrio de Muguet.
Mathieu Kassovitz dirige esta película magistral rodada en blanco y negro con una fotografía excelente, muy cuidada, en la que la tensión está presente en cada minuto. Se trata de una película en cierto modo poética por como se trata el tema, por las moralejas que se han introducido y por la frase final: "LO IMPORTANTE NO ES LA CAÍDA SINO EL ATERRIZAJE".
Los galardones que obtuvo en los Premios César de 1996 a Mejor Edición, Mejor Producción y Mejor Película y en el Festival de Cannes del mismo año a Mejor Director, no hacen más que confirmar la genialidad de la obra de Kassovitz.
Es un largometraje que nos hace reflexionar acerca de lo inevitables que son las cosas a veces, de lo difícil que es escapar de tu destino cuando no tienes ni una sola oportunidad en el mundo para lograrlo por mucho que lo intentes. En cierto modo es una película un tanto deprimente, en ese sentido, pero también una llamada al resto de la sociedad, que vive su vida normal mientras en su misma ciudad jóvenes sin futuro intentan sobrevivir en un submundo al que al resto sólo les interesa para ver en las noticias.
Espero que os guste.